Salimos de casa con el tiempo más que justo, tan justo que
como se nos cruce una mosca perdemos el tren y me doy cuanta de que se me ha
metido una china en la zapatilla que me molesta para conducir, ahora cuando
lleguemos a la estación me la saco. Claro, no me acuerdo de ella hasta que en uno de los
viajes a la cafetería me vuelve a molestar y no, no pienso sacarme las
zapatillas en el tren, cuando lleguemos a casa. ¿a casa? Ja, dejamos las
maletas y a la calle, a comer, beber y a bailarrrr. Menos mal que la china ha
sido muy considerada y no se ha hecho notar en todo el día, jijiiji
Como se ha portado mas o menos bien, quiero decir que cuando
podía sacarla se escondía y solo me pinchaba cuando no podía/debía sacarla, la
he traído de vuelta a casa, eso sí, muy orgullosa. No sé si pintarle la bandera
arcoiris, se lo ha ganado.
Visibles no sé pero más de cien éramos.
Madrid? ohhhhhh
ResponderEliminaroui, madrid, menudo fiestón, eh. igual hasta nos vimos jajajaja, aunque nos había tenido la misma cuenta vernos que no, como no nos conocemos ;)) (si hubiera tenido tu email es posible que te hubiera dicho algo, o no)
EliminarCagüentó. Ya tenemos China hasta en los zapatos. Si lo que no consigan los chinos.... :P
ResponderEliminarjajajaja estamos invadidas, esto ya no tiene solución, vamos a tener que rasgarnos los ojos unirnos
EliminarSe puede saber que es una china?
ResponderEliminares una piedrecica, y en un zapato mmmm molesta un poco :))
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